lunes, 15 de agosto de 2011

Las mejores universidades del mundo

La versión digital el US News ha publicado su ranking de las mejores universidades del mundo en el 2010. En total podemos observar una lista de 400 universidades, las cuales han sido puntuadas siguiendo varios baremos como la calificación, la puntuación por encuestado o la internacionalidad de la facultad entre otras.


Por supuesto que los primeros puestos del ranking lo copan las Cambridge, Harvard, Yale, UCL y ¡el Instituto de tecnología de Massachusetts! (Oxford está en un "bochornoso" 6º puesto, lo que significa jugar la UEFA).
Para encontrar a la primera española tenemos que bajar al puesto número #148, la Universitat de Barcelona (54.3 de puntuación). Si, por debajo de Universidades, y lo digo con todo el respeto, tan importantes como la de Singapur, Nueva Zelanda, Taiwan o La República de Corea.
Es evidente que nuestros estudiantes no se encuentran entre los que van a dirigir el mundo o al menos las empresas que lo monopolizan. Pero tal vez no es momento de echar cuentas sobre los decanos que utilizan la facultad para su boato personal, sobre las facultades abiertas allí donde hubiera un feligrés con voto o sobre los estudiantes que tras años de estudio (temarios que no cambian en años) no encuentran mejor futuro que el de empleado de un supermercado. Tal vez no es momento de ver los graves errores en los que incurre la educación superior en nuestro país y que en un ranking no se vislumbran. Tal vez sea el momento de pensar que necesitamos para nuestro futuro, que tipo de universidad es la que va a ser más útil para nuestra sociedad.
Como he mencionado, gratamente observamos que el 5º puesto lo ocupa el MIT; y digo gratamente porque me parece un modelo a seguir como universidad para el futuro. Las iniciativas que parten de sus aulas son un decálogo de entender que debe significar una facultad y la utilidad de esta para la sociedad. Estudios sobre el cáncer,   recursos energéticos o la diversidad en la sociedad demuestran que no solo los profesores sino también los alumnos entienden el mundo global al que pertenecen y no tienen miedo de implicarse en su transformación.


Esa tal vez sea la clave, aspirar a una Universidad que nos transmita que van a ofrecer al mundo sus estudiantes. Que cada promoción la esperemos con impaciencia como el que espera un regalo sorpresa y sabe que, sea lo que sea, va a ser bueno. No necesitamos un Yale o Harvard (donde estudio G.W. Bush), tan solo una universidad que se plantee retos, no para intentar superarlos sino para soñar en proponer muchos más de ellos al mundo.
Yo he sido estudiante de esta nuestra universidad y me siento orgulloso aunque decepcionado. Orgulloso por conocer a personas muy válidas en este mundo tan complejo de la docencia y decepcionado porque las capacidades de estas personas están limitadas, por normas o directrices, impidiendo llegar a ese punto donde la diferencia entre lo cotidiano y lo genial es observado por cientos de estudiantes que desean llegar a conseguir lo mismo.

Por curiosidad las siguientes son la Universitat Autónoma de Barcelona (#173-51.3), la Universidad Autónoma de Madrid (#213-46.1), Universitat Pompeu Fabra (#335-34.0), la Universidad de Navarra (#353-32.4)