Estamos en época de elecciones y los
candidatos afinan sus discursos para que ninguna palabra o idea quede
en el tintero o el ipad. Es obvio que podemos distinguir dos
propuestas diferentes, dos formas de gobernar que distan la una de la
otra de nada menos que la transformación de este país.
Pero entre tanta frase hecha o solución
“perfecta” no encontramos las claves necesarias para que podamos
avanzar en el túnel de la crisis. Todavía no hemos oído como van a
crear empleo.
La creación de empleo es fundamental
para nuestro estado pues pone en marcha la maquinaria de la creación
de riqueza y esta la del consumo. Con trabajo se puede “gastar”
en ropa (Industria textil), se puede ir a restaurantes (sector
turismo y servicios), se puede cambiar de coche (Industrial del
automóvil) o ir más veces al teatro (sector artístico). No hace
falta una carrera para entender esta ecuación tan simple.
Tanto PSOE y PP nos explican en sus
programas como van a generar las pautas para crear empleo, aunque
estas no concretan como hacerlo. Por un lado, Mariano Rajoi habla de
fomentar el empleo autónomo para jóvenes, la contratación
indefinida o reformar las ETT. Por otra, el Señor Rubalcaba habla de
fomentar el empleo en los jóvenes, facilitar la creación de
empresas y la existencia de más emprendedores. Todas son buenas
intenciones, pero ¿cómo el parado va a empezar a trabajar?.
Atendamos a sus dos filosofías. Si la
izquierda sube los impuestos, no hay problema porque tengo trabajo y
puedo pagarlos. Pero no rebajar el gasto social (ojo, bajarlo que no
erradicarlo) aumenta el endeudamiento y el estado se convierte en el
primer cliente de los bancos, con lo que el crédito no va dirigido a
la pyme. Si la derecha rebaja gasto social, no hay problema porque
tengo trabajo y busco en el sector privado aquello que el público no
llega a cubrirme. Pero el deterioro económica de la “clase media”
ha significado un varapalo para nuestra economía y en estos momentos
no está en disposición (porque no tiene y debe partir de cero) de
aportar el capital que falta para montar una empresa ya que la banca
no va a volver a sufragar el 100% de la inversión. Y no olvidemos
que la banca tiene memoria y no se olvida de las deudas que todos
estos empresarios han “suscrito” con ellos para sobrevivir,
algunos de forma infructuosa.
Tanto unos como otros no saben como
generar empleo, pretenden medidas que lo provoquen, pero no saben a
ciencia cierta los efectos.
La creación de empleo debe estar
guiada por una nueva política laboral que modifique ciertos vicios y
errores en nuestro actual sistema y nos prepare para un futuro
competitivo y fortalecido frente a los altibajos de la economía. Debe
afectar a toda la cadena del empleo, desde servicios de empleo más
eficaces, pasando por fomento de la innovación e investigación
(incluso para el pequeño comercio), uso eficaz de todo tipo de
redes, formación continua en todos los niveles, sistemas de calidad
y postventa actualizados, hasta los principales agentes del trabajo,
trabajador y empresario. Estos deben realizar un cambio de mentalidad
o actitud y prepararse para competir, ya no en la liga estatal sino
en la Champions de las empresas, en Europa-mundo. Debemos de
desterrar el empresario que se compra un buen coche con los primeros
beneficios y no los invierte en su propia empresa o el trabajador que
es absentista y no se implica en la productividad de su empresa
Es tarea difícil la que tiene el
próximo presidente de la nación pues es posible que puedan poseer
las claves para poder generar empleo pero no saben si se transformarán
en puestos de trabajo.